miércoles, 10 de junio de 2020

Capítulo 23


Horas y Zack parecen una pareja en plena luna de miel. Así lo sienten ellos. Su mirada está llena de amor, se sienten felices de llevar una vida juntas. Durante el vuelo se abrazan, se acarician.
--me muero por besarte --le dice Horas muy sensualmente.
Zack le guiña el ojo y muy dulce le dice:
--ahora no, esperate.
Horas mira a los de al lado, los que están en el otro pasillo. Nadie está al pendiente de ellos:
--están dormidos.
--está bien, uno chiquito.
Horas lo besa y lo besa.
--ya para --dice Zack divertido.
--te amo.
--yo también te amo.
Horas apoya su cabeza en el hombro de Zack:
--nunca pensé que se pudiera ser tan feliz.
Zack le acaricia la cabeza:
--duerme, hoy ha sido un día duro.
Horas no tarda en quedarse dormido. Se siente refugiado entre los brazos de su guapo amante. Zack lo mira con cariño. Siente que por primera vez está dónde quiere estar, que por primera vez será feliz. Aunque su felicidad no es completa sin su hija por primera vez en su vida ama y es amado. Aunque tiene un poco de sueño no duerme porque es tan feliz que tiene  miedo que todo sea un sueño y que al despertar Horas no esté a su lado. Además le gusta contemplar al joven mientras duerme. Lo acaricia con cariño.

Por su lado, Ronaldo se ha quedado de piedra al enterrarse que ha pasado la tarde fornicando con la hija de la Presidenta. Está helada. Kathy le sonríe coqueta.
--encantado en conocerte.
Kathy hace su papel con brillantez. Nadie se da cuenta que lo conoce. Ronaldo está incrédulo. No puede creer que esa joven que no quería dejar de fornicar con él sea la misma que ahora lo mira con indiferencia. Kathy es discreta aunque se muere por besar a Ronaldo aunque se siente incómoda al estar cerca de su amante de toda la vida. No quiere que se haga un escándalo más que nada por él ya que en todo momento ha sabido que él es casado. Ronaldo no lo oculta. Luce alianza de matrimonio.  La mirada de él hace ver que está ocultando algo.
--¿ocurre algo? ¿Os conoceis? --pregunta la Presidenta.
Ronaldo está muy nervioso. No sabe qué decir. Le sabe mal negar a la joven que tan intenrés en él ha mostrado  pero tampoco quiere que nadie sospeche lo que ha pasado. Kathy es la que dice:
--mamá, ¿cómo se te ocurre? Sabes que detesto el fútlbol.
Ronaldo se queda más tranquilo:
--¿entonces no vendrá --se traga la ese, le cuesta tratarla con formalidad después de haberse acostado con ella durante horas pero lo hace-- mañana al partido?
La Presidenta la abraza y dice:
--claro que vendrá, no me dejará sola.
Kathy y Ronaldo se sonríen. En medio de la velada, cuando nadie los observe, Kathy se hace encontradiza se topa con él:
--disculpe --dice con ironía.
Ronaldo se da cuenta que no se fijan en ellos. Igual hacen que están comiendo y no se miran.
--no pongas esa cara, nadie se fija en nosotros. Me puedes mirar --dice ella divertida.
--igual sabes que soy casado, me puedo meter en un lío.
--me gustaría hablar contigo, sigueme.
--No creo que sea conveniente.
--pregunta por el lavabo y me sigues.
Ronaldo sigue hablando sin mirarla:
--veo que te gusta el peligro.
Ella le guiña el ojo y dice:
--más me gustas tú.
Ronaldo se pone nervioso. Ella lo mira coqueta:
--no tardes.
Ronaldo está excitado. Sabe que se puede meter en un lío pero tampoco se atreve a decir que no y además está el hecho de haberse acostado con la hija de la Presidenta y verse a escondidas con ella en la mítica Casa Presidencial es una aventura que no quiere dejar escapar. La sigue entre grandes pasillos. La ve en un cuarto. Es el de Horas. Se sorprende al ver muchas fotos suyas.
--¿y todo esto?
--Es de mi hermano, ya te dije que era fan tuyo. Es una pena que ahora esté en otras cosas. Le hubiera gustado conocerte.
Kathy está muy excitada. El futbolista le parece extremadamente atractivo, Le pellizca el trasero. Él la mira regañón:
--nos podemos meter en un lío. Si alguien nos ve.
Kathy cierra la puerta. Se tira en brazos de él:
--¿No me digas que nunca has soñado con hacértelo en un lugar como este?
Kathy quiere tirar a la cama a Ronaldo pero él se aparta de ella que desde la cama le dice: tomame.
--sé buena ¿sabes que puedo ir a la cárcel por esto?
--Yo no voy a decir nada.
--Pero nos pueden sorprender.  Ha sido muy bonito lo que hemos compartido , algún día tal vez le pueda decir a mis nietos que me acosté con la hija de una Presidenta pero éste es un juego muy peligroso.
Ella se levanta. De la pasión ha pasado a la ternura:
--para mí no es un juego. Sé que eres de otra y que sólo soy una aventura para ti pero te juro que las horas que hemos compartido han sido muy hermosas.
Ronaldo la acaricia:
--te agradezco tus palabras pero ¿porqué no me dijiste quien eras?
--¿y me habrías creído? --dice ella coqueta.
Él sonríe muy seductor:
--claro que no.
Él le toca el pelo:
--pero si igual nos íbamos a conocer, ¿porqué no hacer las cosas de otra manera?
Ella lo mira tierna:
--porque tengo pareja, aunque es un secreto. Él no es el príncipe que yo soñé, te veía en estas fotos y estaba segura que contigo sería diferente, pero sé que eres casado y que no podría disponer otra cosa de ti, por eso lo acepté. Deseaba vivir ese momento que compartimos y aunque te aseguro que me supo a poco.
Ronaldo la interrumpe, sonríe:
--¿te supo a poco? --dice divertido.
Ella continua:
--si, me supo a poco. Me gustaría volver a pasar una tarda como la que vivimos pero si tú no quieres lo entenderé.
Ronaldo le da un beso en la mejilla:
--si no fueras la hija de la Presidenta tal vez pero mejor no. Tienes toda la prensa encima, es muy arriesgado.
Kathy le acaricia la mejilla:
--tu mujer es muy afortunada.
Los dos se miran con intensidad.
--¿me das un último beso? --le pregunta ella.
Los dos se besan con pasión. Es un beso que los dos saborean y después se va cada uno por su lado. Regresan a la reunión. Se miran de reojo.

Por su parte, Zack y Horas han tomado una suite. Están en Acapulco. Los dos frente a la cama. Se miran con amor, con deseo. Por fin ha llegado el momento que tanto llevaban esperando. El momento de expresar con sus cuerpos todos los que están sintiendo. Se besan apasionadamente y caen el uno sobre el hombre mientras se van desnudando, acariciando fundiéndose el uno al otro en un solo cuerpo.


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