Horas está en su cuarto de la Casa Presidencial. Se siente agobiado por el lujo. Empieza a dar vueltas por el cuarto.
--el hijo de la Presidenta, soy el hijo de la Presidenta.
No es algo que le fascine:
--¿¿cómo va a ser mi vida ahora?
Horas está muy preocupado.
--¿¿qué va a ser de mi vida ahora?
La gente ya lo miraba antes como con miedo, no sabía como acercarse a los demás temiendo que no fueran sinceros.
--¿¿qué va a pasar ahora que soy el hijo de la Presidenta si antes ya me temían o me adulaban?
Horas quiere que lo trate como a todos los chicos de su edad pero sabe que eso ya no será posible. Se tumba en la cama, con las manos bajo el cuello. Piensa en el cuerpo desnudo de su amigo. Es algo que lo aturde.
--¿El hijo de la Presidenta gay?? ¡la prensa sensacionalista me va a destrozar¡
Horas tiene ganas de vivir su sexualidad en pleno pero sabe que es el peor momento:
--si alguien lo sabe hundo a mamá.
Horas no quiere ser el responsable del fin de la carrera presidencial de su madre. Alguien llama a su puerta.
--¡¡ahora no¡ --grita molesto.
Entra su hermana.
--Kathy, no tengo ganas de hablar.
La joven igual se sienta en la cama de su hermano:
--¿¿qué te pasa?
Horas no tiene nada de hablar con ella.
--¡¡nada¡
--Eso no es cierto. Mamá es la Presidenta ¿es que no te alegras?
--¿tú te alegras? -Horas.
--bueno, da un poco de miedo pero mira ¡¡estamos en la casa Presidencial¡¡
Horas se incorpora en la cama:
--¿no tienes miedo de lo que pueda pasar con tu vida? Toda la prensa va a estar pendiente de nuestros movimientos, no nos vamos a poder ni equivocar ¿te imaginas lo que es que todo el mundo sepa lo que haces?
--¿es que tú tienes algo que ocultar?
Kathy habla muy seria. Siempre ha pensando que su hermano le oculta algo y trata de averiguar si es cierto. Horas se levanta molesto. No quiere mirar a los ojos a su hermana por miedo que está se dé cuenta que sí tiene un secreto que quiere ocultar.
--¡¡ya vete¡¡
Horas se muestra muy enojado.
--¿¿qué te pasa? --le pregunta Kathy.
Horas va empujando a su hermana hasta el exterior de su cuarto.
--¡ya dejame en paz¡
--¿¡Horas, qué te pasa?¡
--¡¡vete al demonio¡¡
Kathy mira a su hermano molesta.
--¡¡no hay quien te aguante¡
--¡¡ya largo¡
Horas echa a su hermana a la fuerza. Cierra la puerta. Siente una gran angustia. Mira hacia la ventana. Lloroso mira el jardín y dice:
--¿algún día seré feliz?
En un apartamento lujoso pero modesto en comparación a la gran Casa Presidencial, Zack está mirando por la ventana. Siente rabia de sí mismo por el lío en el que le han metido sus bajas pasiones. Se da golpes en la frente contra la pared:
--¡¡pero tengo derecho a divertir, cumplí con mi obligación pese a no quererlo¡ ¡¡almenos que disfrute del sexo¡¡
El rostro del hombre denota una gran amargura que sólo se le borra cuando ve a su hija, una guapisima joven de 15 años. Ella le pone la mano en los hombros.
--¿te pasa, algo papá?
Zack la mira con mucho cariño:
--No, ya no.
La joven le acaricia las lágrimas:
--has estado llorando?
Zack fuerza una sonrisa:
--claro que no, Samy.
La joven lo trata con mucho cariño:
--papá, yo se que no eres feliz con mamá.
--No digas eso.
Zack no puede disimular la tristeza en su mirada.
--yo quiero que sepas que te agradezco que me hayas querido.
--era mi obligación.
--Casi tenías mi edad cuando te obligaron a casarte con mamá, pudiste haberla dejado.
Hay un gran lazo de cariño entre padre e hija:
--ya tenía 16 años y desde que supe que existias fuiste lo más importante para mí.
Samantha le agradece a su padre todo su amor en un cálido abrazo.
--que sepas que tu felicidad es lo único que me importa y que todo lo que tu hagas estará bien.
Zack mira a su hija con cierta culpa. Está seguro que no imagina su lado gay y que tiene la obligación de acostarse con el hijo de la Presidenta si no quiere acabar en la cárcel.
--¿te ocurre algo? ¿pasó algo con mamá?
--no, con tu mamá las cosas están igual que siempre.
--¿entonces porque estás preocupado?
--es por cosas del trabajo.
--¿No me quieres contar?
Zack agacha la cabeza. Samy le levanta con la mirada:
--¿porqué te pones así? Yo sé que no tienes nada de que avergonzarte, que eres un hombre digno.
Zack abraza a su hija. Siente culpa pero con tal de que ella no se decepcione de él hará lo que sea...
A la hora de acostarse, la esposa de Zack lleva un sexy camisón y se muestra coqueta. Éste está ya en la cama, de espaldas a ella y bien tapado.
--Zackie... --dice ella con cariño y sensualidad.
--apaga la luz--protesta Zack.
--¿porqué eres así conmigo? Nunca quieres hacer el amor conmigo --protesta ella.
Él la mira con reproche:
--¿¿qué es lo que más quieres de mí?? ¡¡a caso no te cumplí¡¡? Kelly, dejame dormir.
--¡pero es que ya estoy cansada de que no te portes como un marido, que siempre me recuerdes que me cumpliste¡ --molesta.
--¿¿¡es que cada día me tienes que reprochar lo mismo?¡ --con fastidio.
--¡¡es que cada noche me haces sentir que no te importo, que te acostaste conmigo sólo borracho y que sólo te casaste conmigo porque estaba embarazada¡¡
Esa es la verdad y lo que más le duele a la mujer es que su marido no la desmiente. Aunque siente afecto hacia su esposa y sobretodo agradecimiento porque es la madre de su hija. Raro es el día que se van a dormir no enfadados. Zack se siente vacío y tiene una gran tristeza. Se duerme atormentado pensando en que se tiene que acostar con Horas. Por otro lado, Horas está sobre su cama, triste. Con una gran necesidad de amar pero con gran miedo de hacerlo.
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